Otra
leyenda: de los aborígenes mapuches Dicen
que una vez el zorro pasaba una temporada en tremenda hambruna; no
encontraba nada para comer y su mujer chillaba de hambre. Se topó con el
tordo y pensó rápidamente algo para comérselo: le propuso -para
divertirse, le dijo- que compitieran planteándose uno al otro quince
adivinanzas. Empezaría
él, y si el tordo no contestaba bien, podría comérselo. Después,
sería el turno del pájaro que, si el zorro fallaba en alguna de las
respuestas, podría sacarle los ojos. El
juego era evidentemente peligroso, pero el tordo tenía pasión por las
apuestas así que aceptó en seguida. El zorro empezó, soltando una serie
de catorce adivinanzas. El
tordo demostró ser muy inteligente, y se las contestó sin dudas, una
tras otra. Entoces vino la última: "¿Quién es capaz de comérselo
todo, como hace el hombre?" El tordo vaciló confundido, y no pudo
contestar de inmediato. (La respuesta era "el zorro"). En
consecuencia éste saltó sobre el pájaro y se lo llevó para alimentar a
los suyos. FAUNA
ARGENTINA 79. Centro Editor de América Latina
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