TERO

NOMBRE VULGAR: Tero, Teru, Teru-Teru.

NOMBRE CIENTÍFICO: Vanellus chilensis

Página 1 de 2

Es de tamaño mediano, con patas delgadas y largas, sus ojos son rojos al igual que su pico.

Su presencia es típica en las proximidades de lagunas, lagos, ríos, arroyos. Lo podés ver en todos los lugares en donde exista tierra húmeda y pastito. Su presencia se destaca en todos los ámbitos patagónicos. En las soledades de los bosques occidentales o en las zonas de pastura próximas al mar.

Pero también podés verlo dentro mismo de las ciudades, incluso en las plazas. Prefiere los campos abiertos para tener una mejor visibilidad.

Viendo las imágenes te darás cuenta que es muy elegante, con su plumaje contrastante entre el blanco y el negro. Además lo engalana un fino y coqueto copete hacia atrás.

Es muy cómico, pues cuando camina o está quieto, hace "agachadas" clásicas aún sin explicación.

Sus alas están provistas de una espuelita de combate y en su parte superior poseen un fuerte espolón rojo.

Lo vas a ver solo, en pareja o en bandadas. Cuando se alarman, levantan vuelo emitiendo gritos muy estridentes: ¡tero-tero-tero!

El tero se alimenta de insectos, carne cruda, vegetales, etc. Es un aliado del hombre en el control de plagas agrícolas.

Se lo suele encontrar domesticado en los jardines y huertas de las casas, siendo su tarea precisamente el control de las plagas.

 

Es muy astuto para con el cuidado de su nido, pues ante la presencia de un intruso teatraliza la situación echándose como si estuviera empollando, pero en otro lado; para que el visitante se dirija hacia él. En algunas ocasiones hace vuelos cortos alejándose de su nido con la apariencia de no poder volar bien, como si estuviera herido; repitiéndolo varias veces cada vez más lejos hasta que pase el peligro.

Muchas veces hace vuelos rasantes sobre el intruso, incluso rozándolo con sus espolones expuestos.

Como guardián es insuperable y hasta de manera excesiva. Siempre está atento. Ante el menor movimiento comienza con sus gritos. En todo caso podríamos suponer que es el encargado de despertar al perro guardián para que actúe ante una situación anormal...

 

Para los amantes de la naturaleza y la contemplación de los paisajes patagónicos: 

"el silencio de la inmensidad de estas tierras no es verdadero silencio sin el grito del tero..."