SOBREPUESTO

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Los hábitos del Sobrepuesto

Habita preferiblemente en tierras húmedas y zonas pantanosas: lechos de ríos, orillas de lagos y lagunas, bordes de canales y también en las costas marinas.

Es un ave esencialmente terrestre. Camina y complementa con pequeñas carreritas y vuelos cortos la búsqueda de alimento o la defensa de su territorio.

 

 

En una observación personal, pude ver al Sobrepuesto repitiendo varias veces siempre el mismo recorrido: posándose siempre en las mismas piedras y en las mismas ramitas mientras me vigilaba atentamente.

No es muy confiado. Prefiere mantener cierta distancia del observador. Siempre está en movimiento y sólo se posa en lugares bajos (piedras, troncos) o en la punta de arbustos bajos y postes.

 

Estas aves habitan las llanuras abiertas y sin cultivar, y tienen una predilección tan grande por los suelos desnudos en los cuales pueden correr con libertad, que a su llegada a las pampas, donde la tierra está cubierta por una espesa carpeta de pasto, se los ve apegados a los caminos, corrales de ovejas, bordes de los arroyos, vizcacheras y sitios semejantes.

Barrows describe sus hábitos vivaces muy bien: "Pienso que es una de las aves más inquietas que conozco. Uno no puede contar que permanezca en el mismo sitio ni siquiera por un segundo. Corre como un Chorlo y todas las veces que, por casualidad, debe mantener sus patas quietas, mueve las alas de una manera que demuestra su ansiedad por irse".

Hudson, Guillermo Enrique. AVES DEL PLATA. Libros de Hispanoamérica


A la hora de formar un hogar...

El Sobrepuesto nidifica en el suelo.

Construye su nido con forma de taza abierta utilizando ramitas pequeñas, raíces y pasto hábilmente entrelazados y al que forra con plumas.

Elige un lugar protegido debajo de algún arbusto o en alguna depresión del suelo donde la vegetación  le provea abrigo y protección de los depredadores. La nidada es casi siempre de tres huevos.

Arriba y abajo: momento en que mamá Sobrepuesto alimenta a su pichón que espera hambriento.

Cuando nacen los pichones, la mamá es básicamente la encargada de alimentarlos cazando insectos en las orillas del agua y capturándolos también en vuelos bajos.

Mientras tanto el macho se encarga fundamentalmente de la vigilancia atenta, protegiendo al resto de su familia.


Sobrepuesto, página 3