Los
Tobas explican la aparición de los primeros patos en un mito según el cual
hubo antiguamente un cataclismo por frío que asoló la tierra.
Asin,
el héroe, sabía lo que iba a pasar y le indicó a un hombre bueno que
juntara una gran cantidad de leña que llegara a tapar su rancho.
El
hombre le hizo caso y al terminar Asin entró con él en la casa y se
pusieron a esperar.
El
frío empezó a llegar en seguida y la demás gente se quedó rápidamente
sin combustible; fueron entonces a aquél rancho para pedir fuego pero Asin,
muy rígido, sólo entregó brasas a quienes habían sido amistosos con él
antes de la catástrofe.
A
medianoche sopló un viento muy fuerte y los techos volaron, salvo el de
Asin y el hombre.
La
gente se empezó a morir; la escarcha tapó todo y no quedó nadie vivo además
del héroe y su compañero.
Entonces
Asin hizo resucitar a los muertos pero con otra forma: los viejos fueron cigüeñas;
los chicos, pajaritos. Unas viejas fueron chajaes, otro viejo el yacaré;
gente de edad media, los jotes; una mujer con su hijo en la espalda, el oso
hormiguero con su cría; y los adolescentes, garzas y patos.
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