CHINGOLO

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NOMBRE VULGAR: chingolo; ycancho en el norte argentino; cachilo en el este argentino; chuschiú en Córdoba; vichi en Tucumán; marumbé en idioma guaraní, chincol en mapuche; kiken en tehuelche.

NOMBRE CIENTÍFICO: Zonotrichia capensis.

Curiosidades de su nombre científico.

Analizando el por qué del nombre Zonotrichia capensis a este animalito, resultó una interesante anécdota originada en posibles errores de escritura.

El género (apellido) Zonotrichia, se refiere a las zonas (franjas) negras que ornamentan la cabeza del chingolo (zonae: franja; trichia: pelo -plumas para el caso-).

En tanto la especie (nombre) capensis, es una latinización del lugar en donde se realizó el avistaje del ave y su posterior descripción. Capensis nos indica el Cabo de Buena Esperanza en África.

Aquí viene la confusión: "capensis" debería haber sido "cayensis" haciéndose alusión a la ciudad de Cayena, capital de Guayana Francesa en América del Sur; lugar referido en la descripción del chingolo. Probablemente al escribirse los textos originales, se deslizó una "p" en el lugar de una "y".

(Gracias Dr. Héctor Piacentini por brindarme esta interesante información.)


La cabeza del chingolo es gris con una banda negra y un pequeño copete también gris. La garganta es blanca, con collar de color canela. El dorso es pardo, manchado de negro. El vientre es pardo con reflejos pardos. Es dueño de una simple combinación de colores y formas que lo hacen sumamente estético.

Es pequeño; sólo mide aproximadamente 12 cm. Es más chiquito que el gorrión, con quien seguramente estás más familiarizado.

En cualquier lugar que el hombre construya una casa y plante un árbol, el chingolo viene a hacerle compañía. Porque sin ser tan doméstico como el gorrión -con quien se lo compara habitualmente- el chingolo no parece temer demasiado al hombre, ya que no solo frecuenta parques, jardines y lugares poblados en general, sino que hasta es capaz de aventurarse en los patios de las casas en procura de alguna miguita de pan.

El chingolo ha demostrado ser una especie dotada de gran capacidad de colonización. Su área de distribución es sumamente amplia (desde México hasta el Cabo de Hornos).

Los chingolos abundan en zonas de cultivos. Mansos y curiosos, frecuentan la periferia de las casas y se acercan al hombre. Aunque no son aves de hábitos gregarios, ocasionalmente forman bandadas de centenares de individuos que se dispersan fácilmente si algo las perturba.

El chingolo es un pájaro confiado. Suele frecuentar los lugares habitados por el hombre y se acerca a las casas en busca de restos de alimentos. También se lo puede ver en las zonas rurales, terrenos con arbustos y montes y costas de espejos de agua.

En una palabra: en tu recorrido por cualquier lugar de la Patagonia, seguramente tendrás avistajes de chingolos.

 Es inquieto y veloz en el vuelo. En tierra camina a los saltitos. Se acuesta más tarde que otros pájaros, de modo que se lo escucha cantar ya muy avanzado el crepúsculo cuando los otros ya duermen. Se espanta con facilidad. Es un ave de vida terrestre, de patas adaptadas para posarse en los árboles, con tres dedos orientados hacia delante y uno hacia atrás.