En los lugares de acampe cordilleranos es común
verlos recorriendo los fogones apagados de los acampantes, revolviendo
las cenizas en busca de restos de alimentos que puedan haber dejado los ocupantes.
Son
muy activos y movedizos. Si sienten la proximidad de un ser humano,
inmediatamente se retirarán a lo alto del árbol más próximo hasta
que regrese la tranquilidad.
Se lo suele ver en parejas o grupos
pequeños en épocas de reproducción aunque fuera de esa época se
agrupa en grandes bandadas.
|