Es
muy inquieto. Recorre velozmente los arbustos buscando su comida,
posándose brevemente en las ramitas sólo el tiempo necesario para
tomar su presa (insectos, larvas).
Como
todas las aves, toma su tiempo para revisar y ordenar su plumaje, para
lo cual queda posado más tiempo mientras realiza esa labor de
coquetería.
Cuando
lo hace, también emite su simple y suave canto (piribiribi...).
Es
el momento que debemos aprovechar quienes montamos guardia largo tiempo
para hacer capturas fotográficas.
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